Sandra Molina es una usuaria del programa Tránsito a la vida independiente, -que ejecuta la Municipalidad de Los Ángeles, gracias al convenio con Senadis- y cuenta que el 2009 fue diagnosticada con Síndrome de Guillain-Barré que consiste en parálisis en las piernas, pero que progresa hasta los brazos, quedando con secuela de polineuropatía desmielinizante, por lo que debe usar silla de ruedas.
La tarea de desplazarse no era sencilla, considerando que Sandra vive en el sector rural. “Para nosotros, las persona con discapacidad, nos cuesta mucho hacer cosas, como por ejemplo, si uno quiere salir en la silla de ruedas no podemos, porque nos complica el territorio, las piedras”, argumentó.
Por lo mismo, fue beneficiada con la iniciativa de adaptaciones de entorno, lo que permitió pavimentar ciertos lugares de su patio.
«Me ha simplificado mucho la vida y me la ha hecho mucho mejor. Para poder salir a afuera a poder andar, uno con la silla se siente uno mucho mejor y menos dependiente de las demás personas» explicó.
La encargada de la Oficina de Discapacidad, Verónica Álvarez detalló que se trata de un beneficio postulado el 2019 y que fue asignado.
Como complemento se abordaron algunas situaciones que dicen relación con adaptaciones menores del entorno de la vivienda, de situaciones que apoyen a la persona con discapacidad y puedan avanzar en autonomía e independencia.
“Estamos hablando de adaptaciones menores, que no son grandes obras, pero sí le cambian y le facilita bastante la vida a las personas con discapacidad”, explicó Álvarez.
En total el programa Tránsito a la vida independiente ha ayudado a 81 personas, de las cuales 15 han recibido las adaptaciones de entorno de distinto tipo.