Tras 12 sesiones de trabajo el CESFAM Sur “Dr. Pablo Murúa Barbenza” culminó exitosamente un programa piloto de intervención en salud mental dirigido a adolescentes y a sus padres o cuidadores el cual tuvo, como principal foco, entregar a este grupo etario y a sus seres queridos herramientas para el manejo de la ansiedad, fenómeno preocupante y creciente dentro de nuestra realidad como país.
Paola Fernández, psicóloga y jefa del programa de Salud Mental del CESFAM Sur, detalló que los equipos de atención primaria han advertido un aumento alarmante de tentativas de autolisis (suicidio), disminuyendo también la edad de quienes lo intentan, incluso niños de 9 o 12 años. Síntomas ansiosos -de difícil manejo- o depresión son las principales causas y, en ese contexto, es esencial que las familias sean parte activa en este proceso de empoderamiento junto a sus menores.
“Principalmente, se enfocó en los trastornos ansiosos. Entonces, la idea era poder potenciar habilidades tanto en ellos como en sus padres y cuidadores para hacer frente a crisis, a intentos de autolisis, para manejar el estrés y toda la demanda que están teniendo, principalmente, en el colegio”.
PROFESIONALISMO Y AFECTO
Eliana Castillo, vecina de El Peral, fue una de las convocadas a ser parte de este proyecto de salud mental, junto a su hija de 16 años. Para ambas ha sido una excelente experiencia, ya que han podido acercarse y conocer a otros padres y adolescentes con experiencias similares, lo cual les ha permitido ayudarse mutuamente bajo la guía de profesionales capacitados y que han puesto mucho cariño en esta iniciativa.
“Ha sido muy bueno y bonito, porque ella ha aprendido que hay más niños que sufren lo mismo que ella y ya no se está encerrando en sí misma, sino que se está abriendo. Los primeros días que llegó acá no hablaba con nadie, estaba encerrada en sí misma y, de a poquito, fue dándose cuenta que había niños que tenían problemas más graves que ella. Empezó a soltarse, ahora interactúa, está haciendo amigos, está como relajándose más y ya no está tan preocupada de su mente interior, sino que ya está pudiendo interactuar más con las personas que la rodean y no encerrándose tanto en ella misma”.
El CESFAM Sur resaltó la participación y el compromiso de 9 adolescentes y 9 adultos en este primer ciclo, quienes pudieron aclarar dudas, expresar opiniones y hacer propuestas, lográndose un grupo cohesionado, de apoyo y seguro, donde primó la mutua confianza. Ello permitió trabajar temáticas como los miedos, la validación de las emociones y la comprensión de las situaciones vivenciales, junto con otras extras como la sexualidad. Las madres y padres también pudieron abordar sus propios déficits, mejorando sus habilidades parentales.